martes, 6 de abril de 2010
La cuenta regresiva...
En breve se habilitará este espacio de construcción colectiva en el que -por tercer año cosecutivo- cada grupo de alumnos de 4º año trabaja en el marco de Lengua y Discursos Sociales I.
La diferencia entre los distintos grupos y trabajos puede observarse al navegar un poco el blog; la propuesta para este año empieza a ponerse en marcha en breve. La cuenta regresiva ya comenzó: 10, 9, 8,7, 6...
(Imagen de elespectador.com)
domingo, 13 de diciembre de 2009
¡Feliz cierre del año!
Estimadas/os chicas y chicos: el año de cursado regular ha terminado y realmente merecen que los felicite por el provecho que en general le han sacado a este medio. Debo hacer público mi reconocimiento al respetuoso y creativo uso que han mostrado a lo largo del año.
Felicito especialmente a quienes asumieron la propuesta como propia y compartieron incluso más de lo solicitado.
Felicito especialmente a quienes asumieron la propuesta como propia y compartieron incluso más de lo solicitado.
Que todos tengan una hermosa navidad y un muy feliz fin de año junto a sus seres queridos.
¡A cuidarse y descansar hasta que volvamos a encontrarnos en el 2010!
domingo, 29 de noviembre de 2009
UNA HISTORIA, LOS AMIGOS
Un día Mark iba caminando de regreso de la escuela y se dirigía a su casa.
Mientras caminaban, Mark descubrió que aquel chico se llamaba Bill y que amaba los juegos de video, el bacebool y la historia, y que además estaban teniendo muchísimos problemas con sus otras materias de la escuela y para sumar más problemas había cortado con su novia.
Al poco rato de caminar se dio cuenta de que el chico que iba delante se había tropezado y había tirado unos libros, suéteres, un bate y un guante de baseball, y una pequeña grabadora que llevaba cargando.
Mark se acerco y lo ayudo a pararlo y recoger las cosas que había tirado. Como se dirigían al mismo rumbo, Mark le ayudo a cargar parte de las cosas.

Primero llegaron a la casa de Bill y Mark fue invitado a pasar y tomar una coca mientras veían TV.
Pasaron la tarde muy a gusto entre risas y pequeñas charlas. Después Mark se fue a su casa.
Ellos continuaron viéndose en la escuela, almorzaban juntos dos o tres veces a la semana y ambos se graduaron de la secundaria.
Mas adelante terminaron en la misma preparatoria en donde seguían teniendo contacto, pero en forma mas esporádica.
Finalmente llego el momento tan esperado de terminar la prepa y tras tres semanas antes de la graduación, Bill le pregunto a Mark si podrían hablar.
Bill le recordó el día en que se conocieron tantos años atrás. Alguna vez te preguntaste porque iba cargando tantas cosas ese día ¿?. Le pregunto Bill. “veras, yo había limpiado mi locker porque no quería dejar ningún recuerdo para nadie mas.
Había tomado las pastillas para dormir de mi mamá e iba caminando a casa para suicidarme. Pero después de haber pasado la tarde juntos platicando y riéndonos, me di cuenta que si me mataba me hubiese perdido de esos momentos y de tantos que pudiesen haber seguido.
Como puedes ver, Mark, cuando tu recogiste aquellos libros hiciste mucho mas salvaste mi vida.”
Cada pequeño saludo, cada pequeña sonrisa, cada mano que damos para ayudar salva un corazón herido.
Con este mensaje te queremos decir que ...
TU ERES ESPECIAL ...
jueves, 26 de noviembre de 2009
Las Lágrimas del Cielo
Érase una vez un gato siamés que estaba tranquilamente de pie en su jardín, con la mirada perdida en el cielo. Poseía unos ojos grandes y azules semejantes a una mañana soleada de verano, y con una tonalidad tan bella, que cautivó a una niña que por allí pasaba. La pequeña se acuclilló arrugando su uniforme prolijamente dispuesto, apoyó las rodillas en el suelo, y extendió su mano al felino.
Una mirada desconfiada le dio a entender que no debía acercarse, y que sus esfuerzos serían vanos. Pero cuando estaba por levantarse, notó que del cielo caía una lágrima.
Nuevamente extendió sus manos hacia el gato, y con sus gestos le suplicó que se acercara:
-Quiero correr esa lágrima que tienes.- susurraba la niña inútilmente a alguien quien seguramente no entendería. Estiraba sus brazos lo más que podía, pero no pudo alcanzarlo.
El minino se sorprendió ligeramente, y empezó a acercarse luego de un rato largo. Sin embargo, apenas dejó que la pequeña, quien anhelaba quitar la lágrima de sus ojos, le rascara amablemente las orejas.
Sin desistir, la niña insinuó con sus dedos estirados que se aproximara a ella, pero por el contrario, el gato siamés se alejó hacia una esquina del jardín.
Entonces todo cobró sentido.
Un gato mucho más grande, de pelaje atigrado y de mirada seria y paternal, estaba posado sobre la medianera a punto de saltar al patio.
La niña contempló la escena comprendiendo que estaba de más pedirle que se acercara si no tenia ganas de hacerlo, de modo que se puso de pie junto a las rejas.
El gato atigrado bajó de la pared lindante y caminó con paso adusto hacia la siamesa.
Luego de eso, tiernamente secó su lágrima mientras la peinaba.
-Parece que te dijera que eres muy tonta por pensar que te dejaría sola.- murmuró la niña, sonriente, mientras se levantaba para ponerse en camino.
Echó una última ojeada hacia el jardín antes de darse la vuelta definitivamente, pero los gatos ya no estaban.
Una mirada desconfiada le dio a entender que no debía acercarse, y que sus esfuerzos serían vanos. Pero cuando estaba por levantarse, notó que del cielo caía una lágrima.
Nuevamente extendió sus manos hacia el gato, y con sus gestos le suplicó que se acercara:
-Quiero correr esa lágrima que tienes.- susurraba la niña inútilmente a alguien quien seguramente no entendería. Estiraba sus brazos lo más que podía, pero no pudo alcanzarlo.
El minino se sorprendió ligeramente, y empezó a acercarse luego de un rato largo. Sin embargo, apenas dejó que la pequeña, quien anhelaba quitar la lágrima de sus ojos, le rascara amablemente las orejas.
Sin desistir, la niña insinuó con sus dedos estirados que se aproximara a ella, pero por el contrario, el gato siamés se alejó hacia una esquina del jardín.
Entonces todo cobró sentido.
Un gato mucho más grande, de pelaje atigrado y de mirada seria y paternal, estaba posado sobre la medianera a punto de saltar al patio.
La niña contempló la escena comprendiendo que estaba de más pedirle que se acercara si no tenia ganas de hacerlo, de modo que se puso de pie junto a las rejas.
El gato atigrado bajó de la pared lindante y caminó con paso adusto hacia la siamesa.
Luego de eso, tiernamente secó su lágrima mientras la peinaba.
-Parece que te dijera que eres muy tonta por pensar que te dejaría sola.- murmuró la niña, sonriente, mientras se levantaba para ponerse en camino.
Echó una última ojeada hacia el jardín antes de darse la vuelta definitivamente, pero los gatos ya no estaban.
martes, 24 de noviembre de 2009
DENTRO TUYO ...

lunes, 23 de noviembre de 2009
ASI SOY YO ...

sábado, 21 de noviembre de 2009
PENSAMIENTO

Sofi Galindez.
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