YA ERA LA HORA

Solo se escuchaban gritos, todo era una euforia en el estadio. Los minutos parecían un cuenta gotas para todos los simpatizantes presentes. La final de la copa Libertadores estaba por comenzar y sus dos protagonistas eran nada mas que el Club Atlético Belgrano y el Cruzeiro de Brasil. Cincuenta mil personas concluyeron al tan deseado encuentro, de las cuales ocho mil correspondían al equipo visitante. Fue inevitable el nerviosismo de cada jugador al pisar el césped pero esto se tapaba gracias al aliento de la hinchada que no paraba de cantar. La pelota comenzó a rodar y todo estaba en juego. Muchas llegadas del Cruzeiro complicaban a Belgrano, pero un inesperado gol de arco a arco sorprendió al estadio. Los simpatizantes del Cruzeiro no lo podían creer cuando vieron que el saque de Juan Carlos Olave ingresaba en el arco defendido por Fábio. Gracias a los medios televisivos se pudo ver la felicidad de todo el pueblo pirata en Córdoba sabiendo que todavia faltaban veinte minutos para el final. El tiempo pasaba y lo condenaba al Cruzeiro a empatar, pero la desesperación se hacia presente. El partido termino y Belgrano salio campeón por primera ves. Algo extraño sucedió luego del festejo de los cordobeses. El arbitro Elizondo desapareció justo al terminar el encuentro y luego lo encontraron muerto en su vestuario. La causa quedo a manos del abogado Gonzalo Alfredo Escuti y del juez Federico Salomón. Se realizo una autopsia y luego de un mes se llevo a cabo la reconstrucción del hecho. Solo un testigo fue el que dio una pista y dijo: " Yo vi entrar al arbitro al vestuario, pero cuando abrieron la puerta para buscarlo él estaba acostado en una camilla". Nada estaba del todo claro. Nunca se supo quien asesino a Elizondo. Cuento: Policial. Juli Escuti