Entonces decidimos buscar de donde salía ese sonido que tanto nos perseguía, en primer lugar buscamos por la cocina donde podríamos haber deja algo abierto, pero no, no había nada. En segundó lugar subimos la escalera pensando que la ventana de arriba a lo mejor hubiera quedado sin cerrarse, pero cada vez se escuchaba mas y mas fuerte. Se nos ocurrió ir al baño de unas de las piezas, este zumbido que tanto molestaba se escuchaba como nunca, cuando abrimos la puerta no vimos nada, pero era semejante el ruido que nos dimos cuenta que en ese lugar estaba, buscamos de donde prevenía y miramos a la lámpara era una mosca que había quedado atrapada e intentaba salir y golpeaba el contorno.
La sacamos y nos fuimos a dormir.
ANTONELLA MOLA; es un cuento: policial
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