En El Desván

Yo tenía un millón de juguetes y me aburría porque estaba solo y no tenía con quien compartir los juguetes. Entonces pensando con la cabeza en alto vi una puertita que llevaba a un cuarto era el desván de mi casa entonces agarre mi camioncito de bombero que tenia una escalera kilométrica y me subí y entre. El desván estaba vacío no había nada de nada solo tres ratoncitos que eran una familia me puse hablar con ellos y me hice amigos de ellos que resultaron ser muy cariñosos. También descubrí una colonia de escarabajos, y un lugar fresco era parecido a mi patio de mi casa. Ese lugar me pareció muy tranquilo para descansar y pensar. Pensando me dije que hacia hay que lugar tan maravilloso había encontrado y lo seguí investigando. Encontré una araña que también resulto simpática y nos pusimos a tejer una tela de araña juntos la tela era invenza y muy elástica. Abrí una ventana que estaba en una de las paredes que me llevaba a más ventanas abiertas dentro de ellas distintos lugares por conocer. Entre a una de ellas y me llevo a descubrir un motor y lo hice funcionar y volé por toda una ciudad. Luego baje del desván a buscar a alguien con quien compartir lo que había encontrado y encontré un tigre muy grande pero bueno y muy amigable lo lleve al desván y descubrimos un juego que podía durar para siempre porque cambiaba todo el tiempo nos quedamos jugando mucho tiempo luego el se tuvo que ir y yo aproveche para irme también porque era la hora de comer. Baje del desván y le conté a mi mamá donde había estado todo el día. Y ella me respondió nosotros no tenemos desván. Y yo pensé bueno ella no pudo saberlo, ¿o si?, ella no ha encontrado la escalera. Por Santiago Capdevila