jueves, 28 de mayo de 2009

LOS GLOBOS DE COLORES…

En la entrada del paseo del downtown de Disney, estaba un vendedor de globos. Los globos atados a su cuerda subían hasta lo más alto, queriendo llegar al cielo. Entre todos ellos había un globo con multitud de colores que se destacaba por su belleza y su forma, era único. El globo de colores se elevaba por encima de los otros globos y podía ver una multitud de cosas. Enfrente tenía el paseo con sus luces de colores y si miraba hacia abajo podía observar una gran multitud de personas. Hacia la izquierda estaban las atracciones de los parques y era bonito ver cómo se divertían los niños subiéndose a las montanas rusas, juegos, peliculas 3D. El globo después de haber observado todo el en el downtown, deseó tener libertad para poder ir de un lado para otro, como las personas que paseaban por ahí. Andrea acababa de entrar al downtown en compañía de sus padres. Vio inmediatamente al vendedor de globos y cómo es de suponer pidió a sus padres que le comprara el globo de colores. Sus padres accedieron a ello y Andrea iba paseando contenta con el globo. Andrea cuando llegó a su casa dejó al globo en la habitación de los juguetes. El globo se suspendía en el aire hasta tocar el techo y era una gota de color en la habitación. El globo quedó asombrado por la cantidad de juguetes que había en los estantes. Perfectamente ordenados, se podían ver muñecas, casa de muñecas, pelotas y juguetes de los cuales ya Andrea no usaba. El globo estaba triste, miraba por la ventana y veía el parque con sus jardines y sus fuentes y deseaba salir a fuera. Por fin sus deseos se vieron cumplidos. La ventana de la habitación de los juguetes estaba abierta, una ráfaga de viento entró por la ventana y el globo de colores fue impulsado hacia la calle. Subió y subió hasta llegar a un campanario y allí se quedó enganchado. Tuvo miedo porque a su lado, casi rozándolo, se encontró con un pico muy largo y temió por su vida. ¿Pincharía aquel pájaro su piel?. Entonces explotaría y sería el final de su existencia. Pero no ocurrió nada de eso .Los pájaros eran cigüeñas que únicamente se dedicaban a cuidar y alimentar a sus crías. Pasaron días y el globo observaba desde allí la ciudad. Los niños que iban con sus mochilas hasta el colegio. Las tiendas abriendo sus puertas. Los coches y autobuses circulando por las calles hasta que se hacía de noche y todo era silencio y tranquilidad. Las cigüeñas seguían haciendo su vida y el globo enganchado a la torre hasta que la mamá cigüeña picoteó en la cuerda y el globo de nuevo pudo volar. Salió de la ciudad y pasó por encima de un río hasta llegar a un bosque de pinos muy altos. Al finalizar el bosque había un campo de frutos rojos y es donde el globo aterrizó al calmarse el aire que lo había impulsado. Una mujer recogía los frutos con cara de preocupación. Su marido no podía trabajar porque estaba enfermo y ella trabajaba para mantener a su familia. El día del cumpleaños de su hija María y no tenía nada para regalarle.Levantó la vista y su cara se llenó de alegría al ver al globo. Agarr con mucho cuidado el globo atándolo a la rama de un árbol hasta que terminara el día de trabajo. María salía del Colegio y corrió para abrazar a su madre. No podía creer lo lindo que era el globo. No había tenido nunca un regalo tan bonito como aquel globo. María todos los días jugaba al salir del colegio con el globo compartiéndolo con todos sus amigos y el globo ya nunca más deseó de volar hacia otros lugares... Agos Roverano 4 B

1 comentario:

Blog de 4º dijo...

¡Qué hermoso relato Agostina!
Bien narrado, buen final, emotivo...te felicito. Saludos, el profe.