jueves, 28 de mayo de 2009

JONAS Y ANABEL (HANSEL Y GRATEL)

Transcurría la época actual, Jonas y Anabel vivían como hijos de una familia muy pobre, ellos trabajaban en el campo, podían subssistir vendiendo pan u otras cosas que producían con sus propias manos entre toda la familia.
Los niños con 8 años el varón y 6 la niña, no podían darse cuenta de los problemas económicos que tenía la familia. Pero Jonas, el mayor, escuchó una charla entre el padre y la madre en el que hablaban dedejar en adopción a los niños, dado que no tenían dinero como para solventarles los gastos.
Al día siguiente, los campesinos preparaban el carro con la escusa que iban al pueblo a comprar unos ingredientes para continuar con la producción de los alimentos que vendían. El niño, muy astuto para su edad, pensó en poner una botella de aceite para motor, con un pequeño orificio debajo del carro para que dejara un rastro y poder regresar a casa.
Todo iba según lo planeado, pero en la mitad del trayecto, el rastro no se veía más. Los autos que pasaban por las calles de tierra que daban al pueblo fueron borrando las señales para el regreso al hogar.
En este punto los dos niños estaban perdidos, entonces como se ocultaba el sol, decidieron buscar un refugio. Lo primero que vieron, fue una casa muy colorida. Las ventanas rosas, las paredes celestes, la puerta azul y las corinas con un lila muy suave. De la casa salía un olorcito a torta de arándano, la preferida de Anabel. Los chicos entraron sin tocar, pero aún ante la descortesía, la dueña de casa los atendió muy amablemente. Les dió de comer y los puso a dormier.
A la mañana, cuando despertaron, Jonas y Anabel estaban encadenados a los pies de sus respectivas camas. La mujer, mayor de 50 años, los tenía como prisioneros, pensaba hacerlos trabajar en su casa. Pero siempre aparece la astucia del niño, que le dijo a su hermana que distrajera a la señora mientras él le arrebataba las llaves de la cintura. La niña muy buena actriz, simuló un desmayo, y en ese momento, Jonas la golpió con el palo de la escoba en la cabeza, le quitó las llaves y se liberó, como así también a su hermana.
Sin perder tiempo, salieron de la casa y pudieron llegar al pueblo, que se encontraba medianamente cerca. A los 15 minutos de llegar, vieron dos personas muy parecidas a sus padres, pero al acercarse más, se dieron cuenta de que eran ellos, estaban arrepentidos y os fueron a buscar.
Volvieron a la casa, prendieron la única tele que tenían y sintonizaron la quiniela. Los chicos, fueron a su habitación a dormir un rato. Inesperadamente se siente un grito: ganamos!, gritaba la mamá, mientras el padre comparaba el billete, salió el 9110 a primera, el número que habían jugado.
Franco López 4 to año "B"

2 comentarios:

Blog de 4º dijo...

¡Qué giro toma esta historia! Muy bien trabajada Franco...repasá la ortografía así la dejás excelente. Saludos, me voy a jugarle al 1029, el profe.

Blog de 4º dijo...

Muy bueno pirincho; pero no le alcanso el palo de la escoba jajajja abraso loco