La primera vez que me enamoré a primera vista (revisada)

- Acompáñame que tengo que ir al shopping - me dijo mi hermana - No quiero... Andá vos sola - refunfuñe - Estás muy linda ¿Por qué? - Voy a conocer a Mati, ese que me pasaron el mail Abrí los ojos como platos y le respondí: - Te acompaño - ¿Sola a ver una chico? Jamás. Me vestí como pude en diez minutos. Terminé saliendo con mis pantalones favoritos y un buzo grueso y negro, que lamentablemente no me favorecían demasiado, pero bueno, en ese momento no lo había pensado. Tomé los anteojos de la mesa de luz, y me fui caminando con mi hermana, que parecía más engalanada que nunca. "Tremenda estupidez eso de conocer gente por Internet" pensé, "seguro que no es la gran cosa". - Me voy a Musimundo - le dije - En una hora en la puerta del cine - camine hacia ese refugio mío tan frecuente desde que vivía en casa de mi abuela. Sabía que a mi hermana no le gustaba que yo me hiciera amiga de sus amigos/as, así que directamente no iba ni a conocer al tal "Matías". Minutos después, ya por el quinto tema de ese CD de David Bisbal que tenía solo dos que me gustaban, sentí un sobre en mi espalda y la mano de mi hermana en mi hombro. Me di la vuelta, y de mal modo, le dije: - ¿Que haces acá? ¿Te dejo plantada? Ahí estaba ese chico... Apenas lo mire a los ojos y ya no sabía que hacer. Eran oscuros y profundos, fríos pero cálidos... y yo me sentí muy rara, como mariposas en el estomago y la sensación de no tener aire en el pecho para respirar... Lo miré de arriba a abajo con disimulo, y solo me atuve ante una cadena que colgaba de su pantalón: - Linda cadena - dije y me sentí tan estúpida. - La uso de llavero - me respondió con una voz demasiado dulce.